La Tropa del Arcoíris

Gracias a la vida
María Dueñas. 22/02/2013
LA VANGUARDIA

«En este invierno de cuchillos afilados en el que la radio del cuarto de baño nos amarga la ducha cada mañana con una nueva noticia indigesta, sumergirme en la lectura de La Tropa del Arcoíris ha sido como un bálsamo reconfortante para mí: algo así como un chocolate caliente bien espeso en una tarde de tormenta o un buen caldo de cocido lleno de esencia y sabor.»

«Diez estudiantes y dos profesores sin sueldo son los protagonistas de esta historia agridulce que transcurre en nuestros días en una isla de Indonesia donde superar la educación primaria es considerado una inmensa proeza personal y supone el mayor orgullo colectivo de múltiples familias en las que ni el padre ni la madre saben leer, ni escribir, ni la fecha en que nacieron, ni si al día siguiente van a comer. Sobre ellos sobrevuela una amenaza permanente: la orden de cierre de su escuela, un tinglado maltrecho de apariencia desoladora que, sin embargo, para esta docena de seres, constituye su único estímulo vital. Frente a ellos, enemigos múltiples: el colegio privado con jardines y uniforme al que los niños favorecidos van en autobús, los funcionarios insensibles para los que estos pobres estudiantes no merecen el menor respeto o la poderosa multinacional que somete al pueblo a base de sacar la pringue a los trabajadores hasta la extenuación. Contra todos ellos luchan. Y logran vencer.»

«En estos días de frío, denuncias y desmanes, de cuentas turbias en Suiza, codicia ilimitada y desolación, La Tropa del Arcoíris me ha calentado por dentro. Con su esperanza y su voluntad de superación frente a una vida infinitamente más dura que la nuestra, un puñado de muchachos desarrapados, en una historia real que los ha convertido en mitos en su país, nos da una lección inspiradora de coraje, honradez y humanidad. Lectura obligada para unos cuantos, debería ser.»

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