Sarah Blakley-Cartwright
Novela fantástica
Alfaguara. 2011.
ISBN: 9788420407449
Érase una vez una niña y un lobo…
«Desde las imponentes alturas del árbol, la niña podía verlo todo. La adormilada aldea de Daggorhorn se extendía allá abajo, en el lecho del valle, y, desde lo alto, parecía una tierra lejana y extraña. Un lugar del que nada conociese, un lugar sin picas ni espino, un lugar donde el temor no merodease como un padre angustiado.
Estar allí, tan alto en el cielo, hacía que Valerie se sintiese también como si fuera otra persona. Podría ser un animal: un halcón, en la frialdad de la supervivencia, arrogante y aislado.
Aun a los siete años de edad, era en cierto modo consciente de ser distinta de los demás aldeanos, y no podía evitar guardar las distancias con ellos, incluso con sus amigos, abiertos y encantadores. Su hermana mayor, Lucie, era la única persona en el mundo a quien Valerie se sentía unida. Lucie y ella eran como las dos cepas de esa misma vid que habían crecido entrelazadas la una a la otra en la vieja canción que entonaban los ancianos de la aldea.
Lucie era la única.
Valerie miró más allá de sus pies desnudos que se columpiaban suspendidos en el aire y se preguntó por qué había subido hasta allí. Por supuesto que no se lo permitían, pero esa no era la cuestión. Ni tampoco se trataba de la dificultad del ascenso, aquel reto había perdido ya toda emoción un año atrás, cuando por primera vez alcanzó la rama más alta y no halló por dónde continuar salvo el cielo abierto.
Había trepado tan alto porque no podía respirar abajo, en el pueblo. Si no salía de allí, la infelicidad se instalaría en ella y se amontonaría como la nieve hasta enterrarla. Arriba, en el árbol, el aire era fresco en su rostro, y ella se sentía invencible. Jamás le preocupó caer: tal cosa no era posible en este universo ingrávido.
—¡Valerie!
La voz de Suzette resonaba y ascendía a través de las hojas, la llamaba como una mano que tirase de ella de regreso a la tierra.»
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